Bucle

Paola Bayod


2020. Guanajuato. Despierto por la mañana. Me levanto de mi cama, voy al baño, lavo mi cara y regreso a mi cuarto. Escojo la ropa que llevaré hoy. Otro día más o menos interesante me espera en la escuela. Bajo a tomar el camión y olvido el desayuno y el dinero. Llego a la escuela. Mis amigos están preocupados pero no logro entender por qué. Les pregunto y mencionan la probabilidad de una pandemia. ¿En Guanajuato? ¿tan pronto? ¿eso no sólo pasaba en China? Hay puente este fin de semana pero también anuncian semáforo rojo. El puente se extiende por meses.

Despierto por la mañana. Me levanto de mi cama, voy al baño, lavo mi cara y regreso a mi cuarto. Prendo el computador. Otro día cansado espera en la escuela. Clases en línea y lecturas virtuales. Así mi rutina durante un año. Sin salidas, ni abrazos, ni ver a seres queridos. Extraño mi vida anterior a ésto, pero empiezo a acostumbrarme.

De repente, mis amigos me despiertan. Estaba en una fiesta, dormida. La pandemia nunca pasó. Estaban divirtiéndose. Felices. Sin mascarillas. Abrazándose. Dicen que me dormí una hora. Qué mal sueño acabo de tener.

Despierto por la mañana. Me levanto de mi cama, voy al baño, lavo mi cara, regreso a mi cuarto y prendo el computador…



Ilustración: Ariel Quijas